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Plantas invasivas del País de Iroise

Las lagrimas de la Virgen
( Allium triquetrum)





   Las excursiones primaverales por los senderos del País de Iroise suelen estar invadidas por un fuerte y característico olor a a ajo. No hay necesidad de buscar su origen, la planta está en todas partes a lo largo de las laderas. Con sus pequenas bonitas campanillas blancas, forma alfombras muy densas y es particularmente aficionado a los suelos blandos.



   En realidad es una planta mediterránea, nada bretona. ¿Se debe al calentamiento global? La planta se ha extendido a lo largo de la costa bretona en los últimos veinte años. Allí, como en su región natal, encontró inviernos suaves y, además, una humedad que no le desagrada. Pero lo invade todo y reemplaza a las especies nativas.



   Esta planta es simplemente ajo. Pero a diferencia del ajo cultivado o de la especie llamada ajo silvestre, se caracteriza por la forma de su tallo, que al ser cortado presenta una sección con tres ángulos. Triquetrum proviene del latín triquetrus, ("triangular").






La flor a veces puede tener reflejos azulados.

   Y como sus primos, el ajo cultivado, el ajo silvestre o el puerro, la planta es totalmente comestible. Los insectos no se equivocan y las abejas suelen desaparecer dentro de sus campanillas. Se puede cosechar para realzar platos con un sabor agridulce. Tenga cuidado, sin embargo, la planta a lo largo de los bordes de los caminos o senderos no siempre está muy limpia y puede haber recibido excrementos de animales. Su principal inconveniente es que se propaga en filas apretadas no sólo en las laderas, sino especialmente en prados y en los céspedes de los jardines, para desesperación de los jardineros.



   Es que la planta se reproduce muy rápidamente. No sólo por las semillas que dispersan las aves, sino sobre todo por la división de sus pequeños bulbos que dan lugar a mechones compactos de nuevas plantas cuyos bulbos a su vez se dividen para conquistar todo su entorno.


Incluso lo vemos, a lo largo del camino costero, compitiendo con la garra de la bruja,
otra planta invasora, contra la cual tiene la ventaja de ser más numeroso.






   En el Pais de Iroise, todos los jardineros le dirán que esta planta es para ellos el enemigo número uno. No basta con pasar el cortacésped por el césped la planta siempre volverá a crecer e incluso florece varias veces al año. Los herbicidas no llegan a sus cebollas. El desarraigo puede dejar cebollas en el suelo, y si la planta desarraigada está completa, continuará extendiéndose en la pila de desechos donde ha sido arrojada. Es mejor incinerar las lagrimas de Virgen entonces.
   La única manera de deshacerse de él es tamizar la tierra y eliminar estos pequeños bulbos, tan grandes como las perlas, que germinarán la próxima primavera. ¡Un verdadero trabajo de titanes !



MÁS INFORMACIÓN




Serge MULLER : "Plantes invasives en France"
Ed. Museum d'Histoire Naturelle 2006

Ver también en Internet la página web de la asociación "Cueillir":   Cueillir


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