El País de Iroise incluye una larga costa y un territorio muy extenso.
Sus costas son las más diversas: acantilados, dunas, playas, islotes y rías son los lugares de encuentro habituales para aves marinas específicas, sino también focas de las que el archipiélago de Molène es uno de los lugares de residencia. En días de marea alta, los pescadores van a pie en busca de cangrejos, mariscos y crustáceos.
En el interior, los estanques y arroyos también son muy visitados y los naturalistas no solo observan aves características, sino a veces la liebre, el jabalí o el corzo.
Los lugares en los que tenemos la oportunidad de observar este pequeño patrimonio son lugares privilegiados donde el hombre se comunica silenciosamente con la naturaleza que tiene el deber de respetar.
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MÁS INFORMACIÓN
G. Lecointre et H. Le Guyader, 2016, ed.Belin, 584p.